
Testimonios
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A continuación, presento una serie de casos basados en pacientes reales que acudieron a mi consulta. La mayoría presentaba problemas crónicos (de larga duración, severos e incapacitantes, que no se resuelven por sí solos), y estaban preocupados por la incertidumbre de su salud, afectando incluso a su estado psicológico. La mayoría de estos pacientes ya habían probado multitud de tratamientos sin resultados, debido a que no les habían corregido el componente electromagnético de la hernia discal, y/u otros problemas de columna (protrusiones, discopatía, etc.). Muchos estaban decididos a operarse, algo que con mi tratamiento se ahorraron. A los que sigo viendo están satisfechos con el tratamiento y los que dejaron de venir… ellos sabrán.
Con estos casos de ejemplo, como lector, puedes sentirte identificado, incluso puedes ver similitudes con tus informes de resonancia magnética. También verás cómo actúan los pacientes con mis indicaciones, algunas veces de forma correcta y otras no. Esta es la realidad y, por consiguiente, muchas veces los resultados de mi tratamiento dependen de en qué medida el paciente coopere con las pautas proporcionadas, tanto a corto como a largo plazo. Esto muestra que ser paciente no siempre es fácil, aunque lo parezca.
Al empezar el tratamiento recomiendo ser conscientes y disciplinados con las pautas a seguir y no confiarse si aparecen buenos resultados enseguida, ni frustrarse si no aparecen resultados enseguida. Recordemos que los requisitos del tratamiento son: realizar las sesiones programadas, evitar actividades que puedan ser perjudiciales y contactar conmigo si te encuentras mal o peor de lo normal.

CASO 1
Paciente de 62 años. En su trabajo (sector alimentario) está muchas horas de pie y continuamente cargando peso. Convive desde hace años con dolor lumbar y ciática, que le irradia hacia la pierna derecha debajo de la rodilla y que le produce mucha pérdida de fuerza en las dos piernas. Cuando le dan episodios fuertes no puede andar ni trabajar y se ve obligado a cogerse la baja laboral. La postura de su cuerpo está inclinada hacia la izquierda. Ya ha visitado a varios especialistas y ha tomado medicación sin resultados. Está pensando en operarse. Está preocupado por su estado casi incapacitante. Desde los tres primeros meses de haber empezado mi tratamiento mejora notablemente y está satisfecho. Luego deja las visitas y no vuelve a las consultas por encontrarse bien (algo que no le recomendé yo). Una lástima por su parte no haber seguido el tratamiento y asegurarse un estado de bienestar para su futura vida, trabajo y próxima jubilación.
La resonancia magnética lumbar muestra sacralización, retrolistesis de L5 y osteofitos. Discos dorsales y lumbares con grado III y IV y V de Pfirrmann, con altura disminuida y signos de rotura discal. Lumbares con abombamiento discal difuso y estenosis foraminal leve bilateral, hipertrofia del ligamento amarillo con artrosis facetaria en relación con estenosis del canal lumbar en L5-S1.

CASO 2
Paciente de 39 años que trabaja conduciendo maquinaria pesada. Desde hace 3 años, a los minutos de estar sentado conduciendo, nota dolores muy fuertes en la zona lumbar provocándole una ciática que le irradia hacia la mitad del glúteo, llegando a veces hasta los pies. Hay días que no puede acabar la jornada laboral debido al dolor incapacitante. Cuando no trabaja apenas le molesta. Ha visitado a varios especialistas y ha realizado varios tratamientos sin resultados, incluyendo medicación para el dolor. Incluso un especialista le ha recomendado cirugía. Está preocupado por no ver resultados y no sabe qué más hacer para mejorar. Después de 2 meses de empezar el tratamiento conmigo nota mejorías importantes y casi no siente nada de dolor en el trabajo. Está satisfecho y sabe que debido a su trabajo debe seguir cuidándose su espalda con mi tratamiento pensado a largo plazo.
La resonancia magnética lumbar muestra discopatía degenerativa en L5-S1. Hernia discal foraminal izquierda L4-L5, con estenosis parcial. Hernia discal posteromedial L5-S1.

CASO 3
Paciente de 40 años que trabaja en una fábrica desempeñando diferentes tareas, entre ellas levantar pesos pesados. Hace años que tiene dolor lumbar, pero desde hace 4 meses el dolor le está empeorando y ha tenido varios episodios bastante fuertes que le han dejado clavado de la espalda. La ciática también le irradia hacia la pierna izquierda hasta el glúteo, provocándole sensaciones incómodas como hormigueos. No descansa ni duerme bien y se levanta mal cada mañana. No se siente bien ni de pie ni sentado. La medicación que toma no le alivia el dolor. Otros especialistas le han aumentado la medicación, le han ofrecido otros tratamientos sin resultados y le han sugerido la opción de la cirugía. Empieza el tratamiento conmigo y a los 2 meses empieza a notar mejorías y está satisfecho, hasta que un día me avisa que debe dejar el tratamiento por motivos personales. A veces, cuando parece que vamos por el buen camino surge un motivo por parte del paciente que boicotea el tratamiento, que podría solucionar su problema tanto a corto como a largo plazo. Una lástima.
La resonancia magnética lumbar muestra cambios degenerativos discales, con pequeñas protrusiones discales lumbares L2-S1: posterolateral izquierda, posterocentral y posterolateral derecha con reducción del diámetro foraminal.

CASO 4
Paciente de 38 años, chófer. Desde hace 3 años sufre dolor lumbar con ciática hacia las dos piernas hasta los tobillos. El dolor y sensación son constantes. Durante este tiempo el problema ha ido empeorando, pero los especialistas que ha visitado no le han dado importancia. Le han hecho rehabilitación sin resultados y se negó a que le pusieran inyecciones. Hace 6 meses le dio un ataque fuerte quedándose clavada, y unos días antes de empezar mi tratamiento le dio otro. También nota sensaciones en los dedos de la mano derecha y también suele tener molestias cervicales. En el pasado tuvo una caída y un accidente en moto. Desde que empieza el tratamiento conmigo nota mejorías y a los 2-3 meses ya no tiene episodios fuertes ni apenas dolor. Sigue con el tratamiento a largo plazo recomendado y está muy satisfecha con los resultados. La paciente hace bien en seguir con las visitas recomendadas a largo plazo.
La resonancia magnética lumbar muestra rectificación de la lordosis lumbar, lumbarización de S1 y leve retrolistesis degenerativa de L3-S1. Signos degenerativos en D10-L5 con leve pérdida de altura discal, algunos pequeños osteofitos anteriores y abombamientos discales globales. Vacum intradiscal en L3-L4 y L5-S1. Abombamiento discal en L3-L4-L5-S1. Hernia discal posterocentral en L4-L5 comprimiendo ambas raíces en L5. Cambios degenerativos en L5-S1 con pérdida de altura discal, pequeñas proliferaciones osteofíticas anteriores y posteriores.

CASO 5
Paciente de 77 años, jubilado. Hace tiempo que está notando molestias y dolor, sobre todo en la zona cervical y dorsal de la columna, y últimamente están empeorando bastante. Hace 3 años tuvo una caída haciendo ejercicio. También tiene una ligera escoliosis y le molesta bastante cargar pesos como mochilas. Suele sentarse mal en el sofá y pasa mucho tiempo con el móvil con una postura baja. Por la noche empeora. Por lo demás, se encuentra bastante bien, nunca ha tenido nada grave, pero está preocupado por estas molestias que empeoran últimamente. Empieza el tratamiento conmigo y a las 2-3 semanas nota mejorías importantes y sigue con el tratamiento a largo plazo. Está satisfecho. Aunque de momento no muestra hernia ni protrusión, los síntomas le estaban haciendo la vida imposible.
La resonancia magnética lumbar muestra cambios degenerativos crónicos y disminución de la altura de los espacios intersomáticos C6-C7. Osteofitos anteriores C6-C7. Uncartrosis en el segmento C4-C7. Otros cambios degenerativos crónicos en columna dorsal.

CASO 6
Paciente de 50 años, trabaja en sanidad, con vértigo desde hace 6 meses y sigue empeorando desde entonces. Sufre el vértigo 2-3 días a la semana con vómitos, y le duran unas 7 horas y tiene que estar en la cama. También se ha quedado clavada de la zona lumbar y camina como si estuviera rígida. Había probado un tratamiento para el vértigo con especialista vestibular sin resultados. Empieza mi tratamiento y durante varias semanas le desaparecen los vértigos. Sin embargo, decide empezar otro tratamiento con otro especialista (algo que no le recomendé), y se cree que los resultados se deben al otro especialista y deja a medias mi tratamiento. No ha vuelto a visitarme desde entonces. Probablemente vuelve a estar mal. Aunque no se ve protrusión ni hernia discal en la resonancia, los cambios degenerativos vistos en los niveles C2-C3-C4 (inusuales en esos niveles) nos indican la causa de los síntomas que le hacen la vida imposible.
La resonancia magnética lumbar muestra rectificación de la lordosis cervical, cambios degenerativos en los espacios C2-C3 y C3-C4.

CASO 7
Paciente de 64 años, pensionista. Hace 20 años llegó a cojear durante 6 meses debido al dolor lumbar y a la ciática y fue operado de la espalda. La operación le fue bien pero últimamente el problema principal es el hormigueo en la pierna izquierda y el glúteo hacia el dedo gordo del pie. Tiene movilidad reducida en el pie izquierdo y pérdida de fuerza al levantarlo. Empezó el tratamiento conmigo y al cabo de 4 meses mejoraron los síntomas y estaba satisfecho con los resultados. Luego dejó el tratamiento por “encontrarse bien”. Una lástima porque su problema requiere un tratamiento a largo plazo.
La resonancia magnética lumbar muestra rectificación de la lordosis lumbar. Mínima protrusión discal global en L1-L2. Protrusión discal en L2-L3-L4 con estenosis significativa del canal central. Cuerpos vertebrales de L3 y L4 con nódulos de Schmorl. Degeneración avanzada del disco L4-L5 con cambios Modic tipo II y pequeña herniación paracentral izquierda que desplaza el saco dural. Hipertrofia de las facetas articulares. Estenosis moderada del canal central. Cambios postquirúrgicos en L5-S1 con laminectomía derecha y protrusión discal foraminal izquierda de nueva aparición con osteofitos asociados que condicionan una estenosis foraminal significativa. Canal estrecho a nivel de L2-L5.

CASO 8
Hombre de 46 años, bombero. Desde hace 1 año está notando dolor lumbar con ciática que irradia por la pierna derecha hasta el pie, dolor fuerte en la cadera y músculo gemelo derecho y parte de la ingle. El dolor muscular incluso le sube por la columna hasta la cabeza. Hace 5 años ya le operaron por el mismo problema, aunque el dolor no era tan fuerte como ahora, y la operación le fue bien, hasta que le volvió de nuevo el problema. Hace 1 mes le hicieron rizólisis sin resultados. Ya ha visitado a varios especialistas sin resultados y dice que si el dolor no se va tendrá que operarse de nuevo. Tiene que dejar de practicar deporte (es deportista) y está de baja laboral. Por la mañana, le cuesta levantarse de la cama, lavarse la cara y a veces tiene que dormir en el suelo ya que le alivia un poco el dolor. Estar parado de pie es lo peor. Empieza el tratamiento conmigo y a los 2-3 meses nota mejorías importantes. Ha seguido el tratamiento a largo plazo y a día de hoy está muy satisfecho, trabaja, hace deporte y lleva una vida normal sin problema alguno.
La resonancia magnética lumbar muestra deshidratación discal en L4-S1. Hemangiomas a nivel de L2. Reducción de altura del disco intervertebral y herniación discal posterolateral en L4-L5 derecha que contacta con la raíz L5 derecha. Reducción de altura del disco intervertebral L5-S1 con fisura del anillo fibroso.

CASO 9
Paciente de 44 años, arquitecto. Padecía de dolores lumbares, ciática y dolor dorsal desde hacía más de 2 años. Había realizado otros tratamientos sin resultados. Se había planteado operarse en varias ocasiones. Empezó con mi tratamiento y a los pocos meses estaba satisfecho con los resultados. Después de unos 8 meses dejó las visitas por encontrarse bien. Al cabo de un tiempo volvió a visitarme porque le habían vuelto los problemas y ahora, después de unas sesiones con mi tratamiento, vuelve a estar bien. A día de hoy, sigue visitándome y está satisfecho con los resultados. Cuando se hizo las resonancias se dio cuenta de que su problema requería un mantenimiento a largo plazo.
La resonancia magnética lumbar muestra hernia discal extruida L5/S1 posterolateral derecha con pequeño fragmento que emigra caudalmente comprometiendo el infundíbulo radicular S1 homolateral. La resonancia magnética dorsal muestra acentuación de la cifosis normal y discopatías desde T7 hasta T10 e incipientes protrusiones discales posteriores centrales, más evidente en T10- T11.

CASO 10
Paciente de 66 años, jubilada, hace 6 meses se quedó clavada en las cervicales, iba “rígida como un palo y con la cabeza tiesa”. También padecía dolor en toda la espalda. Durante los meses siguientes visitó a varios especialistas, que le recetaron morfina y cortisona. Hace 3 meses su cuñada le informó sobre la quiropráctica y me contactó a través de internet. Empezó las visitas iniciales de tratamiento más intensivas, y a las 8 semanas empezó a notar mejorías importantes. Entonces, fue dejando la medicación fuerte que le habían recetado. Ahora ya ha pasado casi 1 año desde que empezó el tratamiento y está bastante estable, sin dolor, sin medicación y está muy satisfecha. Puede llevar una vida más o menos normal sin hacer esfuerzos físicos importantes como le he recomendado. Sigue sus visitas a largo plazo. ¡Enhorabuena!
La resonancia magnética cervical muestra rectificación cervical, severos cambios degenerativos en C3-C6 con osteofitos anteriores y posteriores. Pinzamiento completo en la articulación C4-C5 izquierda. Pinzamiento discal C5-C6 debido a hernia discal posterior subarticular/foraminal izquierda con discreta migración herniaria caudal. Estenosis del canal raquídeo cervical C4-C6. Estenosis foraminal moderada-severa C4-C5 izquierda y moderada C5-C6 bilateral.

CASO 11
Paciente de 53 años, trabaja en educación. Desde hace unos 10 años padece de dolores cervicales que irradian hacia el brazo izquierdo. También tiene molestias en la zona lumbar. Ya había visitado a otros especialistas, pero sin regularidad. Suele sentirse cansado y con dolores de cabeza ocasionales. Empieza mi tratamiento y a las pocas semanas nota bastante mejoría en el brazo y dolor cervical. Sigue mejorando con el tratamiento durante los meses siguientes hasta que deja de venir por encontrarse bien. Es posible que vuelva a estar mal en unos meses debido a su lesión crónica.
La resonancia magnética cervical muestra rectificación cervical, discopatía degenerativa grado III en C4-C7. Abombamientos discales globales en C4-C5-C6-C7 con protrusión discal postero central en C6-C7.

CASO 12
Hombre de 44 años, ganadero, se presenta con dolor de espalda, sobre todo lumbar y ciática, que irradia hacia la pierna derecha hasta el pie, desde hace unos meses. Suele quedarse clavado y su trabajo físico no le ayuda a recuperarse. Empieza mi tratamiento y al cabo de unas semanas y meses nota mejorías importantes. A día de hoy sigue con su trabajo, cosa que sin tratamiento seguramente no podría.
La resonancia magnética lumbar muestra cambios osteodegenerativos con fenómenos Modic II en L4-L5 y L5-S1. Discopatía degenerativa en los segmentos D12-L1, L1-L2, L4-L5 y L5-S1. Hernia discal extruida L4-L5. Hernia discal L5-S1, lateral izquierda, que contacta con la raíz descendente S1 izquierda.

CASO 13
Hombre de 35 años, transportista. Se quedó fuertemente clavado de la zona lumbar hace 1 año y medio con ciática hacia la pierna izquierda que le duró 15 días. Luego tuvo otros episodios de forma regular no tan fuertes. Desde hace 2 meses también está notando dolores cervicales con cefaleas con predominio en el lado izquierdo de la cabeza. Después de unos meses bajo mi tratamiento, ha mejorado mucho y está satisfecho con los resultados obtenidos. Es consciente de su problema y sigue viniendo para realizar sus sesiones de mantenimiento. A veces ha tenido alguna recaída debido a su profesión, pero la hemos ido trabajando y mejorando.
La resonancia magnética lumbar muestra lumbarización de S1. Reducción del espacio L5-S1 con degeneración del disco y pequeña herniación posterior global, con lateralización a la izquierda rectificando el saco dural. Estenosis parcial foraminal izquierda. Cambios Modic tipo II. Pequeña protrusión posterocentral del disco L4-L5.

CASO 14
Hombre de 39 años, policía local, está desesperado porque ha probado todo tipo de tratamientos durante varios años sin resultados. Está bastante seguro de que tendrá que operarse en los próximos meses. Su problema lumbar empezó hace unos 8 años debido a un accidente de moto. También había padecido mucho de cervicales con hormigueo en los 2 últimos dedos (parece recordar que una resonancia que le hicieron mostraba 4 protrusiones cervicales). Ya lo querían operar entonces, pero él no quiso. Ha ido pasando algunas temporadas peor que otras. Hace unos 5 meses se quedó clavado, no podía ni girarse en la cama. Ahora lo peor es el dolor lumbar, sobre todo en el lado izquierdo, que irradia hacia la pierna izquierda y la rodilla y también hacia la ingle e incluso al testículo izquierdo. Casi cada día toma medicación para el dolor. El descanso no le mejora el problema. Estando de pie y sentado empeora. Empieza con mi tratamiento y a los 3 meses nota algunas mejorías y a los 5-6 meses está bastante satisfecho con los resultados. Ha ido siguiendo las visitas a largo plazo y a día de hoy lleva una vida normal, incluso puede practicar deporte. Con este paciente costó ver resultados más estables, pero con el tiempo se fueron consiguiendo. Y no se ha operado. ¡Enhorabuena!
La resonancia magnética lumbar muestra degeneración hidrópica en el disco L5-S1 con disminución en su altura, distensión discal posteroglobal y herniación posterolateral izquierda preforaminal que contacta con el infundíbulo de salida de la raíz S1.

CASO 15
Paciente de 62 años, jubilado. Se presenta con un problema lumbar de más de 20 años de duración, que últimamente está empeorando. Se quedó clavado hace 5 meses de la zona lumbar y cadera derecha. Cada día siente la pierna derecha dormida hasta el pie y le cuesta levantar la pierna. Hace 2 semanas le propusieron que se operara. Se hace mayor y siente que está perdiendo calidad de vida, e incluso va a peor. Solía tener una vida activa, iba en moto, hacía algo de ejercicio… pero ahora no puede. Ya ha visitado a distintos especialistas sin resultados. Empezó mi tratamiento y notó mejoría desde el principio, ahora está siguiendo el tratamiento a largo plazo y está satisfecho. Puede hacer la mayoría de actividades que hacía antes con precaución.
La resonancia magnética lumbar muestra pequeña disminución en la altura del disco L2-L3 por degeneración y una discreta hernia discal. Hipertrofia de facetas izquierdas L3-L4 y L5-S1. Degeneración del disco L4-L5 con pequeña hernia discal que contacta con la salida de la raíz L4 derecha.

CASO 16
Paciente de 65 años, gestor de empresa. Hace 5 años tuvo un episodio fuerte de dolor lumbar y ciática, del cual se recuperó temporalmente con inyecciones de corticoides. Al cabo de unos meses, le dio otro episodio y se quedó clavado en el suelo media hora sin poderse mover. Al levantarse no podía agacharse, no podía mover la pierna izquierda, el dolor era insoportable y no podía estar de pie ni 5 minutos seguidos. Le pincharon otra vez para el dolor y siguió un tiempo bien pero luego le volvía el dolor y la molestia en la pierna. Visitó a más especialistas sin resultados. La medicación tampoco le hacía efecto y un cirujano le explicó que la operación era la última opción. Le puso una epidural y esperó un tiempo. A través de otro paciente me visitó y empezó con mi tratamiento. Pasados estos años, a día de hoy, el paciente sigue con el tratamiento y no ha vuelto a tener ningún episodio de dolor ni se ha quedado clavado. Hace una vida normal y está satisfecho con los resultados.
La resonancia magnética lumbar muestra espondiloartrosis lumbar, hernia en platillo vertebral L3, discopatías degenerativas lumbares y hernia discal extruida izquierda L4-L5.

CASO 17
Paciente de 57 años, administrativa, me visita por recomendación de otro familiar. Presenta hormigueo en la pierna izquierda desde hace 3 meses. Ha notado alguna mejoría con otros tratamientos, pero le sigue molestando. Al toser tiene la sensación de que se quedará clavada. Se da cuenta de que tiene estenosis y le preocupa. Empieza el tratamiento y al cabo de 2-3 meses nota mejorías y decide dejar el tratamiento por sentirse mejor. Es una lástima porque tiene un problema que requiere un seguimiento a largo plazo, como se ve en la resonancia.
La resonancia magnética lumbar muestra reducción de los diámetros del canal raquídeo de forma congénita a nivel de L3/S1 por pedículos acortados. Discopatía L3/S1 con deshidratación discal. Protrusión discal L3-L4 posterotateral izquierda/ foraminal izquierda, que condiciona una estenosis foraminal L3-L4 izquierda y contacta con la raíz L3. Protrusión discal L4-L5 posteroglobal y artrosis que condicionan moderada/severa estenosis foraminal y del canal raquídeo. Protrusión discal L5-S1 posteroglobal y artrosis que condicionan leve estenosis foraminal y preforaminal bilateral.

CASO 18
Paciente de 43 años, monitora deportiva. Me visita por padecer vértigos desde hace 3 meses que están empeorando, por la mañana peor que por la noche. También padece dolores de cabeza desde entonces. Hace 6 semanas visitó a otro “especialista” que le empeoró el problema. La situación le provoca nerviosismo. Está de baja laboral debido al vértigo. Empieza el tratamiento conmigo y a las pocas sesiones empieza a notar mejoría. A los pocos meses se encuentra bien y deja el tratamiento. Después de unos años, la paciente se presenta de nuevo diciendo que ha estado bien ese tiempo pero que últimamente le han vuelto los mareos juntamente con dolor lumbar y ciática. Vuelve a empezar el tratamiento y vuelve a mejorar. A los 3-4 meses se encuentra bastante bien de nuevo.
La resonancia magnética cervical muestra inversión de la lordosis cervical con cifosis. Cambios degenerativos de los discos de C4 a C7, con osteofitosis y cambios degenerativos en articulaciones uncovertebrales, que condicionan reducción de los diámetros foraminales de las raíces de C6. La resonancia magnética lumbar muestra de leve rectificación de la lordosis lumbar. Pérdida de señal del disco intersomático L5/S1 en relación con discopatía degenerativa.

CASO 19
Mujer de 48 años, profesora. Me visita preocupada por el dolor cervical, lumbar y en la cadera, que empeora desde hace unos 6 meses. También siente hormigueos en los brazos debido a otro problema (tendinitis). Ya había visitado a otro quiropráctico que se retiró y ahora me visita a mí. Al cabo de 1-2 meses los síntomas mejoran, está satisfecha y sigue cuidándose haciendo visitas regulares. Está satisfecha considerando la “leve estenosis”.
La resonancia magnética cervical muestra características de rectificación de la lordosis cervical. Leve uncodiscartrosis C5-C6 que produce una leve estenosis del canal y foraminal bilateral.

CASO 20
Mujer de 67 años, jubilada. Al principio cuando me contacta no puede desplazarse para visitarme debido a la gravedad que ha adquirido su problema. Las piernas no le aguantan, casi no puede levantarse ni andar, y necesita a otra persona para hacerlo, aunque de forma inestable y con miedo. Le dio una primera ciática hace 3 años con lumbalgia y molestias en el lado izquierdo del cuerpo. Está alarmada y desesperada por el estado en que se encuentra. Otros especialistas le dicen que no tiene nada grave. En ese momento está tomando medicación fuerte sin resultados. La paciente consigue visitarme y empezar el tratamiento, y enseguida empieza a notar mejorías. Al cabo de 2 meses ha hecho un cambio importante comparado con el principio, está animada y sigue el tratamiento durante los siguientes meses y 1 año aproximadamente. Ha seguido de forma regular las visitas programadas y, a día de hoy, puede llevar una vida normal realizando todas las actividades con precaución y sin forzar.
La resonancia magnética lumbar muestra disminución en la altura del disco L3-L4 por degeneración, discreta osteofitosis y pequeños cambios focales Modic I, y una discreta distensión discal posteroglobal. Degeneración discal L4-L5. Degeneración del disco y una discreta distensión discal posteroglobal en L5-S1.

CASO 21
Hombre de 47 años, trabaja de comercial. Hace 6 años sufrió una lesión deportiva jugando al vóleibol y estuvo 6 semanas de baja casi sin poder caminar. Desde entonces su “debilidad” es la espalda y ha estado realizando todo tipo de tratamientos sin resultados. Últimamente el problema está empeorando. Hace 3 meses tuvo un ataque de ciática y estuvo 2 semanas bastante mal, y además le dan contracturas dorsales. El dolor le afecta sobre todo a la zona lumbar y al sacro. Lo nota mucho al dormir y al levantarse de la cama, y al levantar cualquier peso como a su hijo. Durante todo el día tiene que estar pendiente de lo que hace para que no sentir malestar. También le han detectado escoliosis. Este paciente se encontraba en una mala situación. Decidió acudir a mí por recomendación de un compañero de trabajo. Después de 6 meses de tratamiento dice que ha conseguido una mejoría de alrededor del 80 %, aunque todavía hace las cosas del día a día con cuidado. Es bastante consciente de su problema, se lo cuida y sigue con mis visitas recomendadas. Esta es la actitud correcta, ¡enhorabuena!
La resonancia magnética lumbar muestra características de degeneración del disco L5-S1 con disminución en su altura, cambios degenerativos en plataformas con osteofitosis y cambios Modic 2, pequeña hipertrofia bilateral de facetas, y una distensión discal posteroglobal y posterocentral que contacta con el saco tecal y el infundíbulo de salida de la raíz S1 derecha.